CASO CLÍNICO DE UN URÉTER ECTÓPICO EN UNA PERRA PASTOR ALEMÁN DE 6 SEMANAS DE EDAD
INTRODUCCIÓN
Un uréter ectópico es una malformación genética donde uno o ambos uréteres no entran en la vejiga en el punto anatómico correcto. La entrada ureteral puede ser en el cuello de la vejiga, uretra, útero, vagina o en cualquier otra zona distal a la ubicación anatómica normal en el trígono vesical
El uréter ectópico y otras malformaciones uretrales congénitas son una causa común de incontinencia urinaria, siendo el goteo de orina el motivo de consulta más frecuente.
Otros signos asociados a esta patología son infecciones del tracto urinario. La hidronefrosis puede ser causada por una pielonefritis crónica asociada a una obstrucción ureteral. El hidrouréter puede ser causado por una infección crónica, obstrucción a la salida del flujo de orina o por un fallo de la peristalsis uretral.
ANAMNESIS
Se presenta en consulta una perra de 6 semanas de edad, de raza Pastor Alemán, correctamente vacunada y desparasitada y sin historia previa de ninguna otra patología diferente a la del motivo de su valoración.
El motivo de consulta era que la perra presentaba pérdidas de orina sin control aunque también tenía micciones voluntarias.
EXPLORACIÓN FÍSICA
En el examen físico la paciente se mostraba con un estado mental deprimido, presentaba ligera deshidratación, condición corporal 2/5, mucosas sonrosadas con tiempo de relleno capilar inferior a 2 segundos, ganglios linfáticos de tamaño normal, no se apreciaba molestia a la palpación abdominal y auscultación cardiopulmonar no presentaba alteraciones.
El pelaje de la región perivulvar estaba húmedo como consecuencia de la fuga continua de orina.
DIAGNÓSTICO
Por exclusión de otras patologías se sospechó la existencia de una malformación congénita que se diagnosticó y confirmó mediante pruebas complementarias.
Entre los diagnósticos diferenciales están el uréter ectópico, incompetencia del esfínter uretral, hipoplasia y ectopia vesical, fístula uréter o besico-vaginal y malformación vaginal.
La hematología y los perfiles bioquímicos sanguíneos mostraron resultados normales salvo una marcada hipoglucemia.
La radiografía simple de abdomen no detectó nada anormal.
Ecográficamente presentaba dilatación muy severa del uréter izquierdo (hidrouréter) con desembocadura distal al cuello de la vejiga y el riñón izquierdo presentaba una severa hidronefrosis con pérdida de la estructura renal. El riñón y uréter derecho presentaban una estructura y funcionalidad normal.
TRATAMIENTO
El único tratamiento posible fue el quirúrgico ya que la realización de una operación correctora del uréter fue desechada debido a la enorme dilatación de dicho uréter lo que hacía bastante improbable que la capacidad reguladora y contráctil de la musculatura volviera a su tono fisiológico normal, lo que sometería a la paciente a riesgos de infección urinaria por reflujo vesiculo-ureteral y a la necesidad de una segunda intervención quirúrgia si persistía el hidrouréter.
Por todo ello se optó por una ureteronefrectomía unilateral izquierda tras ser comprobado el correcto funcionamiento del riñón opuesto.
Técnica quirúrgica: se realiza una laparatomia por la línea media y localizamos el riñón izquierdo dentro del espacio retroperitoneal. Antes hemos tenido que desplazar el colon descendente. Liberamos el riñón pos escisión del retroperitoneo y accedemos a la arteria y vena renal y al uréter por incisión de la grasa perirenal por la cara ventromedial del hilio renal. Las arterias y venas las ligamos por separado mediante doble ligadura con material monofilamento reabsorbible. Una vez suturado todo el tema vascular bajamos a vejiga para localizar el final del uréter. Ligamos el uréter lo más cerca a la vejiga para evitar posibles infecciones posteriores y cortamos. Por último, volvemos a la zona del riñón para cortar por donde hemos hecho las ligaduras y llevarnos el riñón con el uréter. Hay que recordar que la vena ovárica izquierda drena en la vena renal y no en la vena cava posterior, por lo que hay que localizarla bien.
Los cuidados postoperatorios en este caso fueron evitar que el cachorro entrara en paciente urémico o en shock. Pusimos tratamiento con fluidoterapia, antibioterapia, protector de estómago, antieméticos y aines.
La intervención resolvió por completo el problema de incontinencia urinaria.